Nuestra trayectoria

Todo comienza en el año 2000, cuando desde la organización Extreme, ocio y aventura, cuya actividad se centraba fundamentalmente en actividades multiaventura en el medio natural, como piragüismo, senderismo, espeleología, escalada, rapel, tirolina (entre otras) con adultos, amplía su área de actividad hacia un ocio educativo con infancia y juventud.

Esta diversificación se consolida en 2003, fundando la Escuela de Tiempo Libre EDNYA, desarrollando actividad empresarial en sus 3 áreas de gestión: formación, medio ambiente y animación sociocultural con una filosofía de trabajo que nos define como entidad en el que las distintas áreas se nutren unas a otras, desarrollando durante años proyectos de éxito con un enfoque y equipo humano multidisciplinar.

Esta experiencia acumulada en acciones formativas, con metodologías de formación de alto impacto, imprimiendo en nuestros cursos un alto grado de creatividad e innovación en método y técnicas de formación a través de la experiencia, la gestión de proyectos para distintos sectores y la dirección de numerosos equipos de trabajo, nos permite introducir en 2012 una nueva línea de gestión de proyectos especializada en el desarrollo y formación de habilidades directivas y de equipos, acompañando a profesionales de distintos sectores a diseñar proyectos empresariales como emprendedores, a elevar la capacidad como directivos y mejorar el desempeño en la dirección de proyectos, equipos y personas, y a convertir equipos de trabajo en equipos de alto rendimiento, implicados en un objetivo común.

Con esta trayectoria, EDNYA es hoy una entidad solvente, con éxito sostenido, experta y consolidada en sus cuatro áreas de gestión con identidad propia, Educación, Desarrollo, Natura y Animación, manteniendo la esencia original que nos permite abrir compuertas en cada área para nutrirnos de contenido y método y crear así propuestas más adaptadas a las necesidades de cada cliente y proyecto.

Y así queda reflejado en nuestra nueva imagen corporativa, donde la huella del logo pasa de ser una huella sólida e intencionada en cada proyecto que caminamos, a una huella más fluida, aprendida, donde el impacto trasciende a nuestra intervención, generando autonomía más allá de nuestra influencia, dotando a cada proyecto de un carácter transformador y multiplicador.

Carol Sala
Directora General de EDNYA